El jardín de La Purísima de Mazarrón perderá sus muros y ganará vegetación

La reforma del único pulmón verde del centro urbano prevé reducir el vaso de la fuente y crear un espacio multiusos

El jardín de La Purísima de Mazarrón, el único pulmón verde del centro de la población, afronta la primera remodelación de calado en sus 65 años de historia. El proyecto que estudia el equipo de gobierno persigue integrar este espacio ajardinado en la trama urbana y dotarlo de más frondosidad con el fin de fomentar su uso por parte de los vecinos. La propuesta que se baraja, pendiente aún de revisión, contempla la demolición del muro perimetral del jardín. En su lugar y para facilitar el acceso, los autores del diseño (la arquitecta María Medina y el ingeniero agrónomo Francisco Medina) plantean un sistema de rampas y parterres escalonados. Con esta solución, el parque ganará superficie a costa de los viales del entorno.

La idea es convertir el jardín de La Purísima en una «isla de frescor» por lo que la vegetación ganará protagonismo. Será más densa, principalmente con ejemplares de hoja perenne. La mayor parte del arbolado existente se mantendrá y, además, se plantarán casi 3.000 unidades de herbáceas, helechos, trepadoras y arbustos, además de palmeras y árboles tropicales. Esta ampliación de la zona verde obligará a reforzar el actual servicio de mantenimiento de la jardinería.

El monumento a la Inmaculada Concepción, que da nombre al espacio y que preside el parque, no se moverá de su emplazamiento, pero sí que está previsto reducir el diámetro y la altura del vaso de la fuente, atendiendo a unos criterios de proporción y de ahorro de agua. El parque también tendrá una pista multiusos –para acoger la celebración de mercadillos y otros eventos–, más mobiliario urbano, áreas de juegos infantiles protegidas del sol con unas espalderas de cerrajería cubiertas con plantas y una zona reservada como terraza de uso hostelero. Otra actuación destacada pasa por ‘renaturalizar’ el ramblizo del Malecón con vistas a su integración en el conjunto.

El refugio antiaéreo

El concejal de Urbanismo, Ginés Campillo, aclara que el proyecto puede sufrir cambios debido a las negociaciones que se mantienen con otros organismos, ya que los trabajos afectarían a redes de servicios y comunicaciones. Con todo ello, el edil espera que el proyecto pueda salir a licitación antes de que finalice este año. La inversión ascendería a unos 800.000 euros.

Aún es una incógnita qué futuro le espera al refugio de la Guerra Civil que se conserva en el subsuelo del jardín. Con 60 metros de galería y levantado para proteger a la población de posibles bombardeos, Campillo baraja su puesta en valor con el objetivo de que pueda acoger actividades culturales.