KTM da a Pedro Acosta un trato de exclusividad

El piloto mazarronero tiene desde este fin de semana un técnico para trabajar solo con él

El murciano Pedro Acosta sigue dispuesto a comerse el mundo, es decir, a convertirse en uno de los grandes de MotoGP. Su debut en el Mundial de este año dio a entender a todo el mundo, no a él, que siempre fue muy prudente sobre ese extremo, que podía convertirse en el ganador más joven de la historia, arrebatándole el trono al mismísimo Marc Márquez, que lo logró en 2013.

Han pasado nueve carreras y el ‘Tiburón de Mazarrón’ mantiene la misma sonrisa del primer día, pese a que todavía no ha ganado. Pero Acosta es un tipo duro, muy duro, que sabe muy bien lo que quiere y cómo lo quiere. Y acaba de demostrarlo empleando buena parte de sus vacaciones en acudir a la fábrica de KTM, en Mattighofen (Austria), para, no solo informarse, sino también para decirle a todo el mundo que debe ponerse las pilas. «El motivo de mi visita a la fábrica de KTM fue múltiple», explicó Acosta ayer en Silverstone (Inglaterra), donde este fin de semana vuelve el Mundial tras las vacaciones. «Primero quería vivir aquel ambiente, conocer a todo el mundo, observar lo que se hace y cómo se hace, y salir de dudas. Quería saber el porqué del bajón de los últimos grandes premios. Pero, sobre todo, quería saber si la culpa era mía o de la moto, del proyecto, lo que fuese».

Acosta pide explicaciones a KTM de por qué no funciona su moto

Acosta, que ocupa, de momento, la sexta posición del Mundial de pilotos, a 112 puntos del líder ‘Pecco’ Bagnaia, asegura que «lo que no quiero es correr con limitaciones, pues, si solo puedo ser séptimo, pues séptimo, pero dejar el gran premio con la sensación de que lo he dado todo en la pista y, si no ha sido suficiente, pues no ha sido suficiente, pero saber que no es cosa mía».

El ‘Tiburón’ se sinceró tremendamente en Silverstone. «Era un momento para saber qué ocurría, pues, en Montmeló me sentí estupendo con la moto; en Mugello, bueno, no sé qué decir; en Assen fue un desastre, y en Sachsenring salvamos el fin de semana el último día, pero tenía que saber qué había pasado, qué cambios habíamos hecho, no sé, necesitaba decirles todo lo que pensaba».

Y Acosta, cuenta que llegó a Mattighofen y pidió quien mandaba allí. «Me senté con ellos, les dije todo lo que pensaba, les dije esto, esto y esto, y me quedé a gusto, es decir, muy reconfortado porque les dije todo lo que pensaba. Yo soy de los que piensa que mejor pedir perdón, que pedir permiso», comentó.

Y, al parecer, todos en KTM entendieron las explicaciones de Acosta y le dieron una momentánea solución: colocarían un miembro especial, un representante a nivel técnico de gran nivel, en su equipo, el Tech3, que será, a partir de este fin de semana quien reciba sus explicaciones nada más bajarse de la moto.

Acosta dijo que la situación personal, de Pit Beirer, jefe supremo técnico del proyecto MotoGP de KTM, que se mueve en silla de ruedas, no le permite llegar a su box en el momento justo en que se producen las conversaciones o él se baja de la moto. «Y es perfectamente entendible, Pit tiene mucho trabajo que hacer y, por tanto, entiendo que delegue en alguien de su confianza. Estoy convencido de que a partir del GP de Austria van a cambiar mucho las cosas y veremos los resultados de esta reunión, que para mí fue muy fructífera».